Llevo una mano al pecho y noto mi corazón latir más rápido.
Una sensación de
ahogo me recorre entera y noto como se me nubla la vista por culpa de las
lágrimas.
Cuesta respirar,
cuesta dejar de temblar.
Intento centrar mi pensamiento en otra cosa pero la
sensación de ansiedad no se va.
Duele.
Duele el pecho.
Siento como si se
hubiera establecido una noche perpetua en mi interior.
Nada importa.
Duele.
Duele.
DUELE.
Hablo pero nadie comprende, nadie escucha.
Sola en el mundo.
Sola en mi cabeza.
Solo mis sentimientos y yo.
Me voy cansada de esperar.
Me voy cansada de cambiar.
Me voy dónde nadie pueda encontrarme.
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